miércoles, 27 de abril de 2011

Luz

Uno de esos días, al final de una semana llena de trabajo, dolores de cabeza y problemas. Hastiado de la vida monótona y sin sentido. Decidí alejarme de la civilización y sintonizar mis neuronas en otra transmisión un tanto más relajante.

Y mochila en mano, y sin ningún acompañante, decidí dejar atrás mi ciudad y pasar unos días en el campo.  Llegué bastante lejos, o al menos lo suficiente como para sentirme alivianado, libre de mis cadenas invisibles de típico citadino.

Y cuando llegó el ocaso, la oscuridad me sorprendió, frente a una mesita humilde y maltrecha. Estaba en un rústico, pequeño y casi imperceptible restaurant al borde de una carretera. Un perro flaco me dio la bienvenida al llegar, y se quedó en la puerta. Una mujer se acercó a mi mesa para preguntar si quería algo de comer.

Estrella lejana
















 


Dime qué, dime qué es lo que me atrapó
La melodía o el verso, tus palabras o ese gesto
O quizás la sencilla imposibilidad de ese beso
La utopía de este amor, que constante profeso

Y así comienza el temblor de mis entrañas,
Con tan solo soñar que en realidad me extrañas
Que tus letras y tu voz hablan de mí
Que tal vez sin saberlo, te enamoraste, si… de mí

Todos mis trabajos se encuentran registrados en SafeCreative